Determinando el nivel de conciencia, déficit motor y lesiones asociadas, podremos evaluar al paciente y su pronóstico de recuperación. El objetivo es conseguir la máxima capacidad funcional global para que estos pacientes puedan integrarse en su entorno familiar, social y laboral previos.
El tratamiento rehabilitador se inicia con la valoración de médico especialista en medicina física y rehabilitación, la identificación de problemas y la valoración de los miembros del equipo interdisciplinar experto en cada uno de los dominios potencialmente alterado. Se diseña un plan de tratamiento con objetivos concretos y plazos de tiempo que deben examinarse en forma periódica. El objetivo común es prevenir complicaciones, reducir los déficits, mejorar la función y la calidad de vida de estos pacientes.
Se estima que el alcance de nuestro tratamiento en su etapa subaguda será de 120 días, procurando en este tipo de patologías en particular, la atención domiciliaria como mejor recurso, luego del alta de nuestra institución.