La rehabilitación ayuda a los sobrevivientes del ataque cerebral a volver a aprender aptitudes que se han perdido cuando se daña parte del cerebro. Por ejemplo, estas aptitudes pueden incluir la coordinación de los movimientos de las piernas con el fin de caminar o llevar a cabo los pasos involucrados en cualquier actividad compleja. La rehabilitación también le enseña a los sobrevivientes nuevas maneras de realizar tareas para sortear o compensar cualquier discapacidad residual. Las personas podrían necesitar aprender a bañarse y vestirse usando una sola mano, o cómo comunicarse eficazmente cuando su capacidad para usar el lenguaje se ha comprometido.
Existe un fuerte consenso entre los expertos en rehabilitación que el elemento más importante en cualquier programa de rehabilitación es la práctica repetitiva, bien enfocada y cuidadosamente dirigida—el mismo tipo de práctica usada por todas las personas cuando aprenden una nueva aptitud, como tocar el piano o lanzar una pelota de beisball.
La terapia de rehabilitación comienza en el hospital de agudos después de haber estabilizado el estado general de la persona, a menudo entre las 24 a 48 horas posteriores al ataque cerebral. Los primeros pasos implican promover el movimiento independiente debido a que muchas personas están paralizadas o seriamente debilitadas. Se induce a los pacientes a cambiar frecuentemente de posición mientras yacen en la cama y a participar en ejercicios pasivos o activos de rango de movimiento para fortalecer sus miembros afectados por el ataque cerebral. (Los ejercicios “pasivos” de rango de movimiento son aquellos en los que el terapeuta ayuda activamente al paciente a mover un miembro repetidamente, mientras que los ejercicios “activos” son realizados por el paciente sin ayuda física del terapeuta.)
Dependiendo de muchos factores—inclusive el alcance de la lesión inicial—los pacientes pueden progresar de sentarse y ser movilizados entre la cama y una silla a pararse, soportar su propio peso y caminar con o sin ayuda. Las enfermeras y terapeutas de rehabilitación ayudan a los pacientes que son capaces de realizar tareas progresivamente más complejas y exigentes, como bañarse, vestirse e ir al baño, y los alientan a comenzar a usar sus miembros afectados por el ataque cerebral mientras participan de esas tareas. Comenzar a recuperar la capacidad de llevar a cabo estas actividades básicas de la vida diaria representa la primera etapa del regreso del sobreviviente de un ataque cerebral a la independencia.
Para algunos sobrevivientes del ataque cerebral, la rehabilitación será un proceso continuo para mantener y refinar aptitudes y podría implicar el trabajo con especialistas durante meses o años posteriores al ataque cerebral.